Parece increíble lo que llega a cambiar un rostro según el peinado o corte de cabello que llevemos, más largo, más corto, rizado, liso, más oscuro, más claro... Por no hablar de si tenemos flequillo o no, que puede que sea una de las cosas que más influye. En general, suele sentar bien a todo el mundo, porque enmarca la cara aunque, como todo, depende de muchos otros factores, como la forma del rostro, el tipo de cabello que tengamos y el peinado que llevemos.

La desventaja del flequillo es que requiere que estés pendiente de él más a menudo, cortándolo cuando crece un poco, peinándolo a diario para que esté perfecto, generalmente con secador o plancha, y si decidimos dejarlo largo, deberemos tener una paciencia infinita hasta que alcance la medida deseada o se iguale con el resto del pelo.

Para resolver estos inconvenientes y hacernos la vida un poquito más cómoda se inventaron los flequillos postizos, toda una revolución para cambiar de look fácilmente siempre que queramos. Por ejemplo, que tenemos un evento especial, tipo boda, en el quequeremos ir monísimas y algo diferentes que en los días 'normales', pero no nos apetece cortarnos el flequillo para sólo un rato, pues nos plantificamos este accesorio y problema resuelto.

Los hay sintéticos y naturales, de todos los colores y de formas variadas (recto, despuntado, de lado...), así que seguro que encontraréis el que mejor os siente y se adapte a vuestro cabello de forma natural. Y ponerlo es la cosa más fácil del mundo, a base de clips para estar listas en cinco minutos.

Mirad, si no, en el siguiente vídeo de isameicap, lo bien que queda, cómo cambia de look en un visto y no visto y lo fácil que es ponérselo una misma.